Antonio Canova: Psique reanimada por el beso del Amor (Eros)
El Fedón es un diálogo (1) de Platón en el que se cuenta la última noche de Sócrates, en la cárcel de Atenas, rodeado de sus amigos y hablando hasta el amanecer, cuando llega el carcelero a traerle la cicuta que él mismo ha de beber, y cumplir así la sentencia dictada por Atenas contra él.
En este diálogo, asistimos a las conversaciones entre Sócrates y varios de sus amigos acerca de la muerte y la inmortalidad del alma. El tema surge porque Sócrates será ajusticiado por la mañana, pero de todos los reunidos, él es el que está más sereno. ¿Por qué? Vamos a explicarlo seguidamente.
Sócrates no dejó nada escrito, y casi todo lo que conocemos de él lo redactó su discípulo Platón, autor de la Teoría de las Ideas (2); por ello, hablamos de ideas y explicaciones comunes a Sócrates y Platón. En esta teoría, el alma es inmortal, y su lugar está en el Mundo de las Ideas. Pero a veces, las almas caen al mundo de los sentidos, y se quedan atrapadas por el cuerpo, olvidando todo lo que vieron (3)
Pero las almas pueden recordar lo que vieron en el Mundo de las Ideas cuando se enamoran - la Belleza las hace recordar inmediatamente la Belleza Ideal - y cuando estudian filosofía - porque se van olvidando de las cosas materiales y van abstrayéndose cada vez más hasta volver a recordar las Ideas en sí mismas. Las almas se purifican con estos dos caminos, y así, vuelven más ligeras a su lugar añorado: contemplar las Ideas.
Sócrates piensa que ha tenido una buena vida dedicada al conocimiento, y por ello, no teme dejar su cuerpo viejo y gastado y sabe que su alma volverá a la felicidad de contemplar las Ideas. Por ello, no teme a la muerte, que entiende como una separación entre el cuerpo y el alma. El cuerpo es mortal, pero el alma no; es inmortal, y puede reencarnarse en sucesivos cuerpos.
En este diálogo se deja entrever una cuestión importante en la condena y muerte de Sócrates: la ciudad de Atenas estaba dividida frente a ella, y amigos influyentes le prepararon la fuga varias veces, pero todas ellas Sócrates respondió de la misma manera: él no había cometido ningún delito ni injusticia, y por lo tanto, no era él quien debía avergonzarse y huir como si fuera realmente culpable de algo; segó Sócrates, era Atenas la que había cometido la injusticia con él, pero él acataría las leyes, puesto que siempre había creído que era eso lo que debía hacer. Por esta razón, lo tenemos en su última noche de vida en la cárcel.
La condena de Sócrates era la de morir bebiendo cicuta ( ¡¡¡una planta de la familia del perejil!!!). La planta, machacada y mezclada con vino, se le daba al condenado, quien tenía que beberla. Cuando llega la primera luz de la mañana, en la celda de Sócrates, llega el carcelero con la pócima, y se la da a Sócrates, así como las instrucciones para morir bajo su efecto. Sócrates se la toma, y continúa hablando con sus amigos, hasta que comienza a sentir frío, y poco después, muere, no sin antes haber recordado a Critón, uno de sus amigos allí presentes, que le llevara un gallo a Asclepio ( el dios de la salud) que le debía - y que él, Sócrates , evidentemente, no podría llevarle ya.
- Si quieres leer un resumen más extenso de este diálogo, mira esta entrada:
NOTAS
(1) Diálogo: En Platón se convierte en un género literario, en el que dos personas ( o más) intercambian diferentes puntos de vista con la intención de aprender unos de otros acerca de algún tema. En los Diálogos de Platón, casi siempre es Sócrates el protagonista.
Una pista para descubrir que se trata de un diálogo: pone los nombres de los personajes que hablan, como si fuera una obra de teatro ( ¡¡¡pero no indica cómo se mueven en la escena!!!).
En los diálogos de Platón, además, encontramos muchos mitos inventados por él para explicar de una forma más fácil algunos conceptos difíciles.
(2) Teoría de las Ideas: Platón considera que el mundo verdadero no es el mundo que nosotros conocemos; éste es un mundo sometido al tiempo, y por lo tanto, que se degenera y desaparece. En él, además, las cosas que conocemos no son seguras (¿hace frío o calor? ¿están buenas las lentejas?...¡cuántas respuestas se pueden dar, dependiendo de a quién , en qué lugar y en qué momento lo preguntemos!); el conocimiento es cambiante. Este es el MUNDO DE LOS SENTIDOS.
Este mundo es una copia de un mundo perfecto, en el que nada nace o muere, un mundo en el que no hay tiempo: el MUNDO DE LAS IDEAS. Estas Ideas son los moldes perfectos, los modelos que no cambian ni se degeneran de todo lo que existe en el mundo de los sentidos.
(3) Estas ideas las desarrolla Platón en el Mito del Carro Alado ( en el diálogo Fedro) . Si quieres saber algo más acerca de este mito, puedes hacerlo con esta entrada: