He aquí dos ejemplos de comentario de un breve fragmento del capítulo "El cerdo abominable", de la obra Bueno para comer, de Marvin Harris, a la que ya nos referimos en la entrada "Marvin Harris,El cerdo abominable" en este mismo blog. Me han parecido completos y que recogen numerosas referencias a problemas generales de la antropología. Es también una forma de incentivar a los alumnos a que se atrevan a pensar, relacionar y expresar opiniones, así como perder el miedo a ver sus trabajos escritos a disposición de todos.
Hay más comentarios dignos de ser publicados, pero no es cuestión de aburrir con el mismo tema.
Sirva esta sencilla entrada para mostrar que tenemos unos jóvenes que valen todos los esfuerzos posibles para que no seamos mezquinos con la educación.
Las alumnas cuyos trabajos se adjuntan estudian en el IES Benejúzar(Alicante)
EL
CERDO ABOMINABLE
- "El cerdo se domesticó con un solo propósito: suministrar carne. Cuando las condiciones ecológicas dejaron de favorecer su cría, ninguna función alternativa pudo redimir su existencia. Se hizo no sólo inútil, sino algo todavía peor: se convirtió en una criatura nociva, en una maldición para quien lo tocara o viera, en un animal paria. Esta transformación ofrece, evidentemente, un contraste acusado con la que experimentó el ganado vacuno en la India. Tras una serie análoga de agotamientos ecológicos -deforestación, erosión, desertificación- las vacas dejaron de ser aptas para consumo. Pero en otros aspectos, es especial la fuerza de tracción y la leche, se hicieron más útiles que nunca, convirtiéndose en divinidades animales que santificaban a quien las mirara o tocara."
OBRA: Este texto pertenece al libro ‘Bueno para comer’, escrito por Marvin Harris, antropólogo estadounidense. Es conocido, principalmente, por exponer teorías sobre las causas de estilos de vida aparentemente irracionales e inexplicables, dando prioridad a explicaciones prácticas y materiales como las condiciones ecológicas y tecnológicas frente a las espirituales o míticas.IDEA PRINCIPAL:
-El cerdo sólo sirve para producir carne y cuando deja de adaptarse al medio ya no realiza ninguna función útil, en cambio, la vaca además de transporte también proporciona leche, por lo que da más beneficios aunque no se pueda consumir. Y por estas razones, el cerdo es considerado un animal repugnante y la vaca, todo lo contrario, un animal sagrado.IDEAS RELACIONADAS:
-A parte de que el cerdo sólo tiene una finalidad, que es la de producir carne, necesita determinados cuidados que en zonas donde se da el islam no pueden ser suministrados, como por ejemplo grandes cantidades de agua para que el cerdo se refresque ya que a parte del jadeo, no tienen más sistemas de refrigeración y ése no les es suficiente o alimentos que deben ser cultivados, lo que conlleva una pérdida económica considerable.
-Por otra parte, el cerdo necesita estar en sitios húmedos y con sombra, y en los medios desérticos esto no se da muy a menudo, así que, esto es otro inconveniente para la cría del cerdo.
-Los rumiantes, en cambio, pueden aportar otros beneficios como ya he dicho, y además su alimentación se basa en vegetales que contienen grandes cantidades de celulosa que en sus cuatro cavidades estomacales pueden descomponer sin problema, lo que supone un ahorro de gastos. Y por último, en el caso de los rumiantes, se pueden aprovechar incluso sus heces, que cuando están compactadas sirven para impermeabilizar el suelo y cuando están secas sirven como combustible.REDACCIÓN:
Este texto se podría relacionar con algunos puntos del tema. Primero, está relacionado con el aprendizaje del tipo condicionamiento operante, ya que según si los antiguos de Oriente Medio criaban o no cerdos, obtenían un castigo o un premio, es decir, si lo criaban perdían beneficios y era demasiado costoso, por lo que al fin y al cabo se convierte en un castigo, y, en cambio, si en lugar de criar cerdos criaban rumiantes, el resultado era más beneficioso y por tanto, preferible. Ahora en la actualidad, el castigo para los musulmanes si consumiesen cerdo sería estar condenados de por vida y el premio en el caso contrario sería la salvación, ya que ahora en lugar de ser un acto para la supervivencia, se ha transformado en algo mítico y espiritual, así que al fin y al cabo, la práctica de no comer cerdo es algo aprendido y posteriormente, es algo imitado, ya que la cultura se transmite de generación en generación, a través de familiares y grupos sociales, y además a través de la enseñanza que se da en las escuelas y lo que es más importante, como los países islámicos viven inmersos en su religión, la mayor parte de la población se guía por el Corán, ya que las leyes y todo en conjunto está ligado a esta religión.
Dado que las culturas dependen de las circunstancias ecológicas, sociales e históricas, es comprensible que la cultura tanto islámica como hindú haya desarrollado estas conductas. Si las condiciones ecológicas y económicas favorecen la prohibición o el máximo cuidado de ciertos animales finalmente se aplicará la adaptación que mejor convenga. Además, la cultura no es algo ni espiritual ni natural, es algo artificial que los humanos creamos.
También podemos añadir que la cultura islámica ha pasado por un proceso de aculturación, ya que comparte algunos rasgos con la cultura judía, como es el caso de la prohibición del cerdo. Con esto podemos llegar a la conclusión de que es normal que sea así porque las condiciones ambientales son bastante parecidas en ambos lugares y los recursos también son escasos y la prohibición del cerdo ha permitido un ahorro.
Por otra parte, en todas las culturas encontramos actos de etnocentrismo y de relativismo cultural, pues bien, centrándonos en las costumbres islámica e hindú, se podría decir que en Europa Occidental y en lugares del primer mundo no está bien visto este tipo de culturas. Pensamos que lo que tenemos nosotros es mucho mejor, que comer cerdo es un manjar y que adorar a un animal es ridículo, porque al fin y al cabo un animal no tiene una capacidad mental tan grande como la de un ser humano, además no habla, sólo cumple las funciones vitales necesarias para su buen funcionamiento. Esto hace que no seamos capaces de ver las razones últimas de cada cultura y de entender que cada zona tiene unas ventajas y unas desventajas que hacen que determinen las costumbres de cada lugar. Este texto, sin embargo, nos muestra la cara opuesta, es decir, nos ayuda a comprender por qué esto es así y no de otra manera, esto es relativismo cultural, saber respetar e intentar entender las diferentes culturas, porque no hay unas mejores o peores, simplemente diferentes y deberíamos alegrarnos por ello porque es lo que hace que seamos únicos. Además podemos aprender de otras culturas y ver que no son tan diferentes respecto a la nuestra, porque todas las culturas son diferentes pero a la vez comparten algo. Por ejemplo, tanto las culturas de América como las del sureste asiático emplean adornos geométricos.
Lola González, 1º BAT
Comentario
de texto:
“El
cerdo abominable”
El
párrafo a partir del cual se va a hacer el comentario pertenece al
libreo “Bueno
para comer”,
concretamente al capítulo 4. El
cerdo abominable. (Página
92, 1er párrafo).
El
autor del libro es el antropólogo Marvin Harris, perteneciente a la
corriente ideológica llamada materialismo
ecológico.
El
propósito del autor y, por tanto, la idea principal del texto es
tratar de explicar y comprender el porqué de las prohibiciones que
diferentes culturas y civilizaciones hacen de determinados animales,
a los cuales no se les puede tocar, ni por supuesto comer.
En
concreto, se centra en la prohibición del cerdo en el judaísmo y el
Islam, donde es considerado impuro, y la prohibición de la vaca en
la India, donde se considera sagrada.
Nosotros,
como seres humanos que somos, poseemos una constitución cultural que
nos diferencia de los demás seres vivos, y que nos permite tener una
sociabilidad.
La
cultura en general precede a la especie, y es completamente
necesaria, mientras que la cultura concreta que poseemos cada uno es
un producto de circunstancias ecológicas, sociales e históricas,
siendo un instrumento de cohesión social, y creando las distintas
civilizaciones.
Esta
cultura propia de cada civilización es transmitida mediante el
aprendizaje, y se opone a nuestro instinto, por lo que,
enculturándonos gracias a nuestra familia, entorno social, etc.,
adquirimos costumbres que nos hacen relacionar diferentes aspectos
que por instinto no habríamos relacionado.
Éste
es el caso de la relación que hacen las culturas judía e islámica
con el cerdo y lo impuro, y la cultura india con la vaca y lo
sagrado.
Por
un lado, con respecto al cerdo, las culturas no islámicas ni judías
probablemente vean como irracional la prohibición del cerdo, pero en
los intentos de explicar el porqué de esto aspecto culturas, se ha
descubierto una relación entre la prohibición religiosa y el
bienestar económico de la civilización.
El
cerdo es visto como impuro, es decir, se convierte en un tabú
negativo porque su adaptación ecológica no hace beneficiosa su
utilización en dichas culturas.
Su
manutención sería realmente costosa por distintas razones:
El
cerdo no puede vivir en ambientes secos y desérticos como los de
estas civilizaciones, si no que necesita estar en sitios húmedos y
umbríos, por lo que habría que proporcionarle una sombra
artificial; no suda, por lo que necesita refrescarse revolcándose en
el lodo, y si no posee lodo, lo hace en sus heces y orines; necesita
alimentos cultivados que también podrían ser aprovechados por los
hombres y además, solo aporta carne, mientras que los rumiantes no
necesitan alimentos cultivados y también aportan lana, cuero,
transporte y leche, además de carne.
Por
todos estos motivos, el cerdo es prohibido y considerado como impuro.
Así, la civilización no malgasta su tiempo, dinero y esfuerzo
tratando de obtener beneficios de él.
Por
otro lado, lo mismo ocurre con la vaca en la India, pero por un
motivo diferente.
Allí,
matar vacas para comerlas está prohibido, ya que la vaca se ve como
algo sagrado. Esto se debe a que aporta muchos más beneficios viva
que muerta, como por ejemplo: da leche, sus heces impermeabilizan el
suelo y sirven como combustible de cocina, y sobretodo, da bueyes que
se utilizan para el trabajo de campo, y son esenciales.
Vistos
todos estos aspectos desde un punto de vista relativista, somos
capaces de comprender las diferentes costumbres de éstas culturas y
descubrir que los tabúes alimenticios de las religiones no existen
porque sí, si no que recogen los alimentos que no son beneficiosos
para comerlos.
Con
esto, Marvin Harris defiende el materialismo ecológico, donde se
afirma que dependiendo del medio en el que te encuentres y la materia
prima de la que dispongas, la cultura en la que te desarrolles será
de una forma u otra, ya que ésta se adapta al medio.
Una
cita que define muy bien este materialismo es la de Karl Marx: “La
infraestructura condiciona la supraestructura”, es decir, cualquier
innovación infraestructural (por ejemplo, el arado) es incorporada a
la cultura, de modo que la estructura y la supraestructura se acaban
adaptando a dicha innovación.
Como
conclusión, podemos afirmar que rodos los tabúes, conceptos y
costumbres que aprendemos de nuestra cultura tienen una explicación
y un motivo, por lo que es preferible mirar cada cultura desde un
punto de vista relativista antes de cerrarse en banda y no comprender
los diferentes comportamientos de las personas ajenas a tu cultura
simplemente porque las veas como inferiores, siendo un etnocéntrico.
Elisa
Gómez Roch
1º
BAT