lunes, 30 de diciembre de 2013

La Escuela de Atenas, de Rafael http://laperla-whynot.blogspot.com/2013/12/la-escuela-de-atenas-de-rafael.html

domingo, 29 de diciembre de 2013

RESUMEN DE DESCARTES

                                   
             R.  DESCARTES
                                 

                 

   Turena , 1.509 – Suecia , 1.650

Su ideal era encontrar muy pocas, o al menos una verdad cierta e indudable con el único uso de su razón (origen del programa racionalista).

Para ayudar a la razón en su cometido, para evitarle confusiones y que las pasiones, los deseos, los prejuicios y los defectos de la educación la desviasen de su cometido, Descartes diseña un MÉTODO, un “conjunto de reglas ciertas y fáciles, tales que todo aquel que las observe exactamente y no tome nunca algo falso por verdadero…, llegue a una verdadera comprensión de todas aquellas  cosas que no sobrepasen su capacidad”(Reglas para la dirección del espíritu).

            El método trabaja  con las dos facultades de la razón, que son:

             -         INTUICIÓN :”concepción libre de dudas , de una mente atenta y no nublada, que brota de la luz de la sola razón”( Reglas…)

             -         DEDUCCIÓN: “toda inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos         con certeza"”(Reglas...)

Las REGLAS de las que consta el método son:

1.- Partir solo de aquello que sea evidente.
      Definimos como evidente aquello de lo que no podemos dudar.

2.- Analizar aquella evidencia que hubiéremos encontrado en tantas partes como nos fuere posible.

3.- Sintetizar o recomponer aquellas partes que surgieron del análisis en nuevas proposiciones o conocimientos.

4.- Frecuentes revisiones en todo el proceso para no olvidar ni omitir nada.

Para encontrar evidencias necesitamos utilizar la DUDA METÓDICA,  ya que, si la primera regla es encontrar evidencias, y lo evidente se define como lo indudable, si encontramos algo que resista la duda, habremos encontrado algo evidente..

Las características de la duda son:

1.-Universal: se aplica a todos los ámbitos.

2.- Metódica: es el paso previo a toda certeza.

3.- Provisional: su objetivo es la búsqueda de certezas, no establecerse ella misma como tal certeza.

4.- Teorética, ya que no debe extenderse a la conducta.

       Grados de aplicación de la duda:

1.- Se aplica a los sentidos, ya que son confusos y engañosos.

2.- Se aplica a la realidad, pues hay sueños tan reales que confundimos con la realidad, y estados de enfermedad que nos hacen dudar acerca de si lo que estaos experimentando es real o no.

3.- Se puede incluso aplicar a las proposiciones de las matemáticas por medio de la hipótesis del geniecillo maligno: podríamos suponer que existe un geniecillo creado únicamente para confundirme sobre la verdad de las proposiciones de la matemática, y así habría tomado como verdadero algo que es falso (ha convertido la duda en Hiperbólica).


Aplicando la duda, Descartes llega a la primera verdad: si dudo, no puedo dudar de que estoy dudando; si dudo, pienso, y si pienso, existo. Cogito, ergo sum, esta es la primera verdad que Descartes alcanza con su método.


                     Análisis de esta primera verdad:

           1.- “Pienso, luego existo” es una intuición, no una inferencia lógica.
                  Pero cuando Descartes dice “yo soy una cosa que piensa, soy una substancia pensante”, ha pasado al plano existencial , y además rescatando el viejo concepto aristotélico de substancia sin haberlo revisado previamente con su método.

            2.- Si “pienso, luego existo” es verdadera, descubriendo la razón por la que lo es, me dará el criterio para considerar como verdaderas a otras proposiciones.

Descartes concluye que el criterio de verdad es la CLARIDAD  ( la condición de un objeto de distinguirse de otro) y la DISTINCIÓN ( la condición de algo de ser conocido de forma precisa y diferente de todo lo demás, siendo su contrario la confusión ) de una proposición.


-         Las ideas y sus clases:

El pensamiento está formado por ideas, y éstas pueden ser de tres tipos:

1.- Innatas: están desde siempre en nosotros de forma potencial.A este tipo pertenecen las ideas claras y distintas.

2.- Adventicias: imágenes creadas a  partir de los datos de los sentidos.

3.- Facticias: construcciones de la imaginación.


              Mundo y Dios.

   Por el cogito conozco que soy una cosa que piensa, pero también tengo una idea clara y distinta de mi cuerpo, además de tener percepciones del mismo.

   Dios no puede engañarme sobre la existencia de mi cuerpo ni de la de los objetos sobre los que tengo ideas.

   Si pruebo la existencia de Dios, probaré la existencia del resto de las cosas y de mi propio cuerpo.

    La idea de Dios es una idea innata.

    Pruebas de la existencia de Dios:

1.- La idea de Dios es tan inmensa en mí que no puede venir solo de mí, sino que tiene que haber sido puesta en mí por Dios.

2.- Puede que olas perfecciones de Dios se las atribuya yo, que ya estén en mí de forma potencial, mientras en Él estarían realmente.
 Pero si esto fuera así, yo sería causa de mí mismo.

3.- Argumento ontológico de San Anselmo:

-         Dios es la suma de todas las perfecciones.
-         Existir es una perfección.
Por lo tanto, Dios existe.

Así, al haber demostrado la existencia de Dios o substancia infinita, podemos afirmar que existe la substancia extensa o materia que forma los cuerpos externos, empezando por el mío propio y acabando con los objetos de los que tengo percepciones. Y además tengo la seguridad de ello, puesto que Dios no me engaña.

            Dualismo cartesiano:

Al afirmar la existencia de 3 substancias ( pensante, infinita y extensa), Descartes encuentra que en el hombre se dan dos: la pensante y la extensa, pero ambas deben estar conectadas, puesto que tengo evidencias de que yo puedo dirigir  y mover mi cuerpo y dirigir alguna de sus actividades .Se plantea un problema crucial: ¿qué relación existe entre ambas?

Descartes no da una solución airosa. Para él la materia  se puede reducir a extensión, que es geométrica y mecánica en lo que al cuerpo se refiere, y por ello cree que nuestro cuerpo está animado por unos “espíritus animales”, que provienen desde el cerebro a través de la glándula pineal.

Para Descartes este problema no se da en los animales, puesto que estos no tienen razón.

El ocasionalismo, Spinoza y Leibniz pretenderán solucionar el problema de otra forma.

            Moral.

Que soy  libre se deduce del propio cogito: si puedo dudar, puedo escoger, lo que significa que gozo de libertad. Esta conciencia es innata.

Las pasiones las entiende como afecciones del cuerpo en el alma, y también viceversa, pero hay que controlarlas para ser felices.

Descartes planta tres reglas en el Discurso… para alcanzar la felicidad:

1.- Esforzarse por saber lo que se debe o no se debe hacer en cada caso.
2.- Resolución firme y constante de dejarse llevar por la razón, dominando las pasiones.
3.- Acostumbrase a no desear, lo que no se tiene.

Esta  ética tiene influencias estoicas y socráticas.




La Escuela de Atenas, de Rafael

   Muchas veces me he referido en clase a la pintura La Escuela de Atenas, de Rafael Sanzio, un fresco impresionante que se encuentra en las Estancias Vaticanas. En esta pintura están los filósofos más destacados de la Antigüedad, con Platón y Aristóteles ocupando la posición central, y , a modo pedagógico, Platón señala hacia arriba, apuntando a la trascendentalidad del mundo de las Ideas, mientras Aristóteles señala hacia abajo, al mundo físico en el que existimos, con las esencias incluidas en él, y no en otro lugar separado - las esencias son, por tanto, inmanentes al mundo.

   Pero el fresco está poblado por muchos más filósofos - casi todos ellos con barba, como ya os adelanté en el artículo anterior "¿Qué esconden las barbas de los filósofos?" (http://laperla-whynot.blogspot.com.es/2013/11/que-hay-detras-de-las-barbas-de-los.html ).Entre los personajes que no llevan barba está Alejandro Magno, Averroes ... e  Hipatia de Alejandría, de la que hablamos en clase como filósofa y matemática. Como curiosidad, os adelanto que Rafael tomó como modelo para la pintura de Hipatia a su propia amante. 

   Espero que os resulte una visita amena y, como siempre, que suscite vuestra curiosidad por saber más .

domingo, 1 de diciembre de 2013

ESTUDIANTES DE ESO ANTE LA CRISIS




   En clase de Ética de 4º E.S.O., leíamos el otro día, el segundo capítulo de Ética para Amador, de Fernando Savater, y en él, el autor se refiere a un ejemplo de Aristóteles respecto a las decisiones que tenemos que tomar los humanos en nuestra vida: no pueden ser siempre fruto de nuestro capricho, sino que hay que escoger entre las circunstancias que se nos presentan. El ejemplo en cuestión, era el de un capitán de barco que se ve sorprendido por una tormenta a mitad de la travesía, con el barco cargado con un flete por entregar y que le había sido confiado por su dueño, y una tripulación que le obedecía como era esperado, pero por la que él debía velar. Con la tormenta, el barco está a punto de irse a pique, y entonces el capitán se plantea qué debe hacer en tal caso: tirar al mar parte de la carga, con lo que no cumpliría con la palabra dada al dueño de la carga de que la depositaría íntegra y en buenas condiciones en el puerto de destino, o bien, tirar por la borda a alguno de los marineros de su tripulación, ya que quedarían otros capaces de realizar la tarea suya y la de los sacrificados.

   El tema encendió el debate en clase, de forma que les propuse una reformulación del problema en términos más actuales: cambiamos el barco por una fábrica que empieza a perder beneficios, y la disyuntiva entre los marineros o la carga, por la disyuntiva de rebajar los beneficios del  empresario o echar a la calle a un 25 % de los trabajadores.

  De entre las redacciones que realizaron tras debatir el problema , hay una que quiero compartir, tanto por la distinción que hace el alumno entre ética y eficacia como perspectivas para abordar el problema, como por su visión de la sociedad actual. 

   El alumno es Emilio Pérez Pastor, de 4º E.S.O. en el I.E.S. Benejúzar, de Benejúzar (Alicante).

TRANSCRIPCIÓN DE LA REDACCIÓN:

   "Desafortunadamente vivimos en un mundo en el que la codicia y la avaricia están presentes en muchas personas, y esto perjudica a la sociedad. A veces la gente suele hacer todo lo posible para mantenerse en la cima, aunque estos actos estén en contra de la ética y estén mal vistos.

   Desde un punto de vista ético, lo correcto es ganar menos y mantener a los trabajadores trabajando en condiciones normales , aunque ésto suponga una disminución de los beneficios obtenidos, ya que antes de mirar por uno mismo, debemos tener en cuenta si los demás van a salir perjudicados, y ponernos en la piel de los trabajadores. Un poco de compasión, al fin y al cabo.

Desde el punto de vista de la eficacia, es obvia la respuesta: despedimos a los trabajadores y nos mantenemos en el monopolio del privilegio".

  Palabras que nos deberían mover a los adultos a reflexionar acerca del mundo que le estamos dejando a nuestros jóvenes.

martes, 26 de noviembre de 2013

BARBAS MAYORES

  El artículo que puse en este blog sobre las barbas de los filósofos tiene un "hermano mayor" en otro blog, del cual os facilito el enlace a continuación.
Ambos artículos tratan sobre las barbas, pero desde distintas perspectivas, mientras éste era una prte pequeña de la información, el del blog Tinieblas en el Corazón es más extenso, y trata, sobre todo, de intentar explicar las razones de por qué desde hace unos años las barbas se han convertido en un elemento de moda.
Espero que disfrutéis con la lectura , y, como siempre, que os motive a la reflexión.


http://anthropotopia.blogspot.com.es/2013/11/que-hay-detras-de-las-barbas.html




martes, 5 de noviembre de 2013

¿QUÉ HAY DETRÁS DE LAS BARBAS DE LOS FILÓSOFOS?

   La idea fundamental de este artículo, que une filosofía y barbas, procede de  Wikipedia, concretamente de un apartado dentro de la voz inglesa “beard”, barba, titulada “Las barbas de los filósofos”, y que, a continuación, paso a resumir en lo esencial, pero ampliando otros aspectos.





   Existe un proverbio inglés, “the beard does not make the sage”, que es equivalente a nuestro “el hábito no hace al monje”, y que destaca la relación entre las barbas y la sabiduría o la filosofía, y es que, si miráis las imágenes del libro de texto de Historia de la Filosofía, o el fresco de Rafael, “La Escuela de Atenas”, veréis que todos los filósofos de la antigua Grecia llevaban barba. ¿Cuál es la razón de esta uniformidad estética? Ni más ni menos que en la antigua Grecia la barba era la “moda”, y su significado es ser un signo de masculinidad, tomándose su falta por señal de afeminamiento. Es más, incluso en la época homérica, y tal como el poeta canta en sus versos, tenía un sentido sagrado, y era frecuente que, cuando una persona quería suplicarle a otra, lo hiciese tocando su barba. A tal punto llegaba la consideración de la barba, que los espartanos castigaban a los cobardes afeitándoles una parte de la barba, para que llevaran inscrito en su propio cuerpo, y de forma visible el gran defecto que tenían.

   Así, vemos que el hecho de que los filósofos griegos llevaran barba no era otra cosa más que seguir los criterios de “normalidad” que toda cultura y sociedad establece para sus miembros. Pero, conforme la filosofía fue creciendo, y todos sus cultivadores tenían barba, pasó a hacerse la asociación de hombre con barba = filósofo o sabio.





   La época dorada de Atenas acaba cuando Macedonia comienza su expansión territorial, que culmina con el Imperio de Alejandro Magno (Pella, 356 a C. – Babilonia, 323 a C.), y es precisamente Alejandro quien, tras llegar a Persia, y ver a sus hombres afeitados y acicalados, cuando impone tal costumbre a sus tropas, entre otras razones para hacer a sus hombres menos vulnerables a los ataques de los enemigos, ya que pensó que las barbas podían servir como asideros a los enemigos para derribar a los soldados y matarlos con más facilidad. Así se impone esta nueva moda que se extiende por todo el territorio conquistado por el joven macedonio, donde llevaba la civilización griega. Por ello, la cara afeitada pasó a ser considerada un símbolo de civilización, y vive una época de éxito equiparada a la lengua y la cultura griegas.





   Aristóteles (384 a C. – 322 a C.), preceptor de Alejandro Magno y filósofo, se encuentra ante la tesitura: ¿seguir la moda ateniense o la macedonia? .Esta doble condición de Aristóteles lo llevó, al final de su vida, a ser expulsado de Atenas, por considerarlo un espía de Macedonia. Aristóteles, en lo tocante a las barbas, llegó a una solución intermedia – muy virtuoso – entre los dos extremos: llevaba una barba cuidadosamente recortada, la cual lo identificaba como filósofo, pero su cuidado y recortes lo hacían estar a la moda macedonia.






   Pero ya en el horizonte comienza a apuntar una nueva potencia, Roma, que va gestando su identidad nacional sobre unos valores propios, como eran la vida austera, la disciplina militar, el respeto a los mayores… y la cara afeitada. Tan importante era en la vida romana, que el primer afeitado de un joven era considerado un rito iniciático – de entrada a la vida adulta - , y ese día se hacía fiesta, y se le entragaba la toga virilis o vestimenta adulta, y la barba sólo la dejaría crecer en señal de duelo. Publio Cornelio Escipión ( Escipión el Africano, 235 a C. – 183 a C.), procónsul, general y senador de la República Romana fue un público defensor del afeitado de cara como seña de identidad de los romanos y elemento diferenciador de los griegos, considerados decadentes. Desde entonces se asocia en Roma la barba a suciedad y mugre.

   Pero también Roma acabó sucumbiendo al encanto de la civilización griega.
En el año 168 a C., Roma había conquistado Macedonia, y la había dividido en cuatro repúblicas, siendo Atenas una de ellas. En el año 156 a C. el Senado de Roma impuso a Atenas una multa por haber saqueado la ciudad de Oropo, y Atenas manda a Roma una embajada integrada por tres filósofos para que le perdonaran la deuda. Esta embajada es conocida como la EMBAJADA DE LOS TRES FILÓSOFOS, y tenéis una magnífica explicación de la misma, con rigor y claridad, a cargo de Encarnación Lorenzo, en el siguiente enlace:http://quintadelmochuelo.blogspot.com.es/2010/06/la-expulsion-de-los-filosofos.html


   Los tres filósofos que envió Atenas a Roma fueron: Carnéades (213 – 126 a C.), miembro de la Academia platónica, Diógenes de Babilonia (230 – 150 a C.), estoico y Critolao de Falesis (200 – 118 a C.), peripatético, miembro del Liceo aristotélico, y, por supuesto, los tres llevaban una barba poblada. Estos tres oradores deslumbraron a los romanos con su oratoria…y sus barbas, comenzando así la asociación en Roma de filósofo como ser- con- barba.

   Pero – siguiendo el artículo de Encarnación Lorenzo que más arriba os he indicado – no todo el mundo quedó fascinado con los filósofos griegos, sino que la parte más conservadora de la sociedad romana, encabezada por Catón el Viejo (234 – 149 a C.), veía en la educación griega un serio peligro para los valores de la juventud romana, que, según Catón, debía seguir el cursus honorum centrado en la enseñanza militar y política y no en disquisiciones en lenguaje florido acerca de cuestiones universales poco pragmáticas. La postura de Catón ganó, y los filósofos fueron expulsados, pero la semilla helenizante ya había prendido en Roma, hasta el punto de que el emperador Adriano (76 – 138 d C.), fascinado por el mundo griego, se dejó crecer la barba (aunque según Plutarco (46 – 120 d C.), lo hizo para ocultar unas marcas en su cara).





   La filosofía romana se desarrolló siguiendo los pasos de las escuelas morales helenísticas (cinismo, epicureísmo, estoicismo, escepticismo ), y llegó a ser cuna de grandes filósofos estoicos, como Séneca (4 – 65 d C.), Marco Aurelio (121 – 180 d C.) o Epícteto (50 – 130 d C.), esclavo liberto que llevaba una florida barba que él consideraba mucho más que un simple aditamento; según él, era algo “casi sagrado”, que transforma los hábitos de la persona – en cuanto que decide llevar a la práctica la decisión de no afeitarse – y que implica llevar un modo de vida que no tiene en consideración la opinión de los demás sobre uno mismo, ya que para él lo único importante es vivir conforme a la naturaleza, la razón y no las convenciones sociales. Epícteto llegó a huir de Roma cuando reinaba Domiciano (51 – 96 d C.), quien persiguió a los filósofos tras afeitar la cabeza y la barba del filósofo Apolonio de Tiana (3 – 97 d C.), a quien acusó de magia y de actividades antiestatales (Domiciano era un tirano, y cuando Apolonio se dirigió a Roma durante su mandato, dijo que iba a Roma “ a ver qué especie de animal es un tirano”).Pero , a pesar de todo, Epícteto afirmaba que estaba dispuesto a dejarse decapitar antes que peder su barba.

      



Para finalizar, y como curiosidad, en Roma, cada escuela filosófica podía identificarse por la forma de la barba de sus discípulos, que son las siguientes:

a)     Cínicos. Llevaban barbas largas y descuidas para simbolizar su desprecio por lo externo y las convenciones sociales.
b)      Estoicos. Barbas más cuidadas, ya que, según ellos, se pueden atender a ciertas convenciones sin perder de vista la superioridad de la virtud.
c)      Peripatéticos. Barbas muy cuidadas, siguiendo a Aristóteles y su creencia de que los bienes materiales y el status social eran, junto a la virtud, ingredientes de una vida buena.


   

sábado, 2 de noviembre de 2013

POESÍA Y FILOSOFÍA FRENTE A LA CONDICIÓN HUMANA

                           
                         


       Cuando comenzamos a hablar de Filosofía, hacemos esfuerzos por entender que es una forma de enfrentarse a esta realidad tan compleja que es el hombre arrojado en un mundo que le cuesta mucho comprender, haciéndonos un ser curioso que no puede parar de hacerse preguntas, y que cualquier respuesta que les dé, llevarán inevitablemente a otras posteriores. Esa es la raíz de la actividad filosófica: tratar de preguntarse siempre algo más acerca de nuestra condición, pero intentando responder desde la razón, haciendo esfuerzos por meter la vida dentro del corsé de la Lógica, lo que hace que la Filosofía se encuentre cerca de la Ciencia y más alejada de la Mitología o de la Religión. 

   Es precisamente esa peculiaridad de la Filosofía  la que menos le gustaba a Nietzsche, para quien Sócrates "corrompió" el espíritu griego al optar por el pensamiento racional  olvidándose de la vida y su mejor expresión: el arte; según el filósofo alemán lo que hizo la historia del pensamiento occidental fue dejarse rodar por un precipicio de falta de vitalidad, de capacidad de gozar de la vida y a una momificación en última instancia.La poesía sería una forma artística de acercarse a los planteamientos filosóficos más vital y cercana a la visión nietzscheana.

   Aprovecho esta entrada para daros a conocer a un poeta, Antonio García Soler,  muy buen conocedor del mundo griego, pero también de la Filosofía, que , entre dar clases a jóvenes como vosotros y vivir, ha ido anotando en los márgenes de la vida todas aquellas cuestiones que nosotros, en clase, planteamos con aridez, pero que él, como poeta, es capaz de transmitir con un lenguaje claro, rotundo, una puntuación que se convierte en estilo literario en sí misma, y un cierto humor que lo hacen - aparentemente - ligero, pero en cuyo fondo mantiene las cuestiones esenciales. 

   Aquí os pongo el poema con el que comienza el libro Los Demás Días 

DEUDA
Es fácil
         que no aciertes
     
         en verso

         ni en prosa.


         Mejor,

         si aciertas

         con la vida:

         prosa o verso.


         Linde

         de días

         y otras palabras,

         esta carne.


         Vida

         lo demás,

         entre tanto.

             
              Espero que el poema os haya "hecho cosquillas" tanto en el cerebro como en el corazón, y sobre todo, que os haya abierto el apetito de querer leer más.




   
    

lunes, 14 de octubre de 2013

recursos para ética de 4º


   http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esoetica/


MITO DEL CARRO ALADO



Otro resumen de lo más esencial del Mito del Carro Alado, que podéis encontrar en el diálogo Fedro, de Platón, aquel que comentamos que es el único en el que Sócrates sale de Atenas, y, junto a Fedro, hablan de la belleza, el amor y los discursos. Espero que estos "aperitivos" os impulsen a querer leer más del autor.



Mito del Carro Alado
Alegoría que utiliza Platón para describir las partes del alma y el afán humano por el conocimiento y el ser.






En el diálogo “Fedro” Platón trata la cuestión del la esencia y partes del alma. Comienza señalando que parece más adecuada, dada la dificultad del tema, la exposición alegórica que la investigación racional e inmediatamente nos presenta el mito del carro alado. Veamos un resumen literal del mismo: el alma es como una fuerza natural que mantiene unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y los aurigas de los dioses son todos ellos buenos; los de los hombres no. En nuestro caso, el auriga guía una pareja de caballos, uno hermoso y bueno, otro feo y malo, por lo que para nosotros la conducción resultará dura y difícil.
 El alma tiene como tarea el cuidado de lo que es inanimado y recorre todo el cielo. Cuando es perfecta vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre. A causa de la fuerza del alma, este cuerpo parece moverse a sí mismo y ambos ― cuerpo y alma ― reciben el nombre de ser viviente.

 La fuerza del ala consiste en llevar hacia arriba lo pesado , elevándose hacia el lugar en donde habitan los dioses. Lo divino es hermoso , sabio y bueno y esto es lo que más alimenta y hace crecer las alas; en cambio lo vergonzoso, lo malo y todas las demás cosas contrarias a aquellas las consume y las hace perecer. Dirigidas por Zeus, las almas de los dioses y las de los hombres marchan por el cielo ordenando y cuidando todo. Después de realizar su tarea van a buscar su alimento hacia el mundo supraceleste, hacia la realidad que se encuentra más allá de la bóveda del cielo. En ese lugar se halla la Justicia , la esencia cuyo ser es realmente ser, el ser incoloro, intangible ,cuya esencia es sólo vista por el entendimiento, piloto del alma, y alrededor de la que crece el verdadero Saber, pero no la ciencia de lo que nace y muere, de lo relativo, sino la ciencia de lo que es verdaderamente ser.

 Las almas de los dioses, dado que son conducidas por dos caballos buenos y dóciles,ascienden sin problemas. La mente de los dioses se nutre de un saber y entender puro por lo que al ver lo que allí se encuentra, se alimenta, se llena de contento y descansa hasta que el movimiento, en su ronda, la vuelve a su sitio. Las almas de los hombres suben con dificultad pues el caballo que tiene mala constitución es pesado e inclina y fatiga al auriga que no lo ha alimentado convenientemente. Así se encuentra el alma con su dura y fatigosa prueba.
 De las almas humanas, la que mejor ha seguido al dios y más se le parece consigue ver algo, otras no pueden alcanzar la visión del ser, por lo que les queda la opinión por alimento, “el porqué de todo este empeño por divisar dónde está la llanura de la Verdad, se debe a que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es el que viene del prado que allí hay, y el que la naturaleza del ala, que hace ligera al alma, de él se nutre.” Las almas que no han podido vislumbrar nada de lo que allí se encuentra se van gravitando llenas de olvido y dejadez, pierden las alas y caen a tierra.
Las siguientes tesis resumen la interpretación más sencilla del mito:
·         el alma es el principio de vida gracias al cual los seres vivos pueden realizar los movimientos que le son propios;
·         las cosas naturales están dirigidas y controladas por la divinidad (hipótesis providencialista y teleológica que luego encontraremos en gran parte de la filosofía posterior);
·         el alma humana participa de algún modo de la naturaleza divina , pero también de un principio opuesto que la pervierte y la hace caer al mundo de la finitud, contingencia y muerte;
·         la parte más excelente del alma humana es semejante ala mente de los dioses y, como la de ellos, se nutre del conocimiento;
·         frente a la realidad física, más allá de la Naturaleza ,en el “ámbito supraceleste”, se encuentra la auténtica realidad, el ser verdadero caracterizado como la esencia que permanece siempre idéntica a sí misma , que carece de propiedades físicas (“incolora e intangible”) y se ofrece sólo al entendimiento (dualismo ontológico);
·         nuestro destino está en ese mundo perfecto, mundo al que se llega básicamente mediante la Ciencia de lo absoluto (la filosofía o dialéctica) no mediante el conocimiento de lo relativo y mudable (la opinión);
·         cuando se encarna, el alma olvida aquello que ha conseguido vislumbrar en el mundo supraceleste (rudimentos de la teoría de la reminiscencia);
·         es habitual también buscar la correspondencia de las partes del alma con los elementos que aparecen en el mito del carro alado: el auriga representa la parte racional, destinada a la dirección de la vida humana ,al conocimiento y lo más divino que se encuentra en nosotros; el caballo bueno representa la parte irascible, aquello que permite al alma la realización de acciones buenas y bellas; el caballo malo y rebelde representa la parte concupiscible , aquello que fomenta en nosotros deseos y pasiones y que nos impulsa hacia el ámbito de lo sensible.
Este mito resume perfectamente la propuesta que recorre la totalidad de la filosofía platónica: realizar en esta vida y de forma radical la belleza, verdad y bondad (dado que “lo divino es hermoso, sabio y bueno y esto es lo que más alimenta y hace crecer las alas”).
"Sobre su inmortalidad, pues, basta con lo dicho. Acerca de su idea debe decirse lo siguiente: descubrir cómo es el alma sería cosa de una investigación en todos los sentidos y totalmente divina, además de larga; pero decir a qué es semejante puede ser el objeto de una investigación humana y más breve; procedamos, por consiguiente, así. Es, pues, semejante el alma a cierta fuerza natural que mantiene unidos un carro y su auriga, sostenidos por alas. Los caballos y aurigas de los dioses son todos ellos buenos y constituidos de buenos elementos; los de los demás están mezclados. En primer lugar, tratándose de nosotros, el conductor guía una pareja de caballos; después, de los caballos, el uno es hermoso, bueno y constituido de elementos de la misma índole; el otro está constituido de elementos contrarios y es él mismo contrario. En consecuencia, en nosotros resulta necesariamente dura y difícil la conducción.
       Hemos de intentar ahora decir cómo el ser viviente ha venido a llamarse "mortal" e "inmortal". Toda alma está al cuidado de lo que es inanimado, y recorre todo el cielo, revistiendo unas veces una forma y otras otra. Y así, cuando es perfecta y alada, vuela por las alturas y administra todo el mundo; en cambio, la que ha perdido las alas es arrastrada hasta que se apodera de algo sólido donde se establece tomando un cuerpo terrestre que parece moverse a sí mismo a causa de la fuerza de aquella, y este todo, alma y cuerpo unidos, se llama ser viviente y tiene el sobrenombre de mortal. En cuanto al inmortal, no hay ningún razonamiento que nos permita explicarlo racionalmente; pero, no habiéndola visto ni comprendido de un modo suficiente, nos forjamos de la divinidad una idea representándonosla como un ser viviente inmortal, con alma y cuerpo naturalmente unidos por toda la eternidad. Esto, sin embargo, que sea y se exponga como agrade a la divinidad. Consideremos la causa de la pérdida de las alas, y por la que se le desprenden al alma. Es algo así como lo que sigue.

       La fuerza del ala consiste, naturalmente, en llevar hacia arriba lo pesado, elevándose por donde habita la raza de los dioses, y así es, en cierto modo, de todo lo relacionado con el cuerpo, lo que en más grado participa de lo divino. Ahora bien: lo divino es hermoso, sabio, bueno, y todo lo que es de esta índole; esto es, pues, lo que más alimenta y hace crecer las alas; en cambio, lo vergonzoso, lo malo, y todas las demás cosas contrarias a aquellas, las consume y las hace perecer. Pues bien: el gran jefe del cielo, Zeus, dirigiendo su carro alado, marcha el primero, ordenándolo todo y cuidándolo. Le sigue un ejército de dioses y demonios ordenado en once divisiones pues Hestia queda en la casa de los dioses, sola. Todos los demás clasificados en el número de los doce y considerados como dioses directores van al frente de la fila que a cada uno ha sido asignada. Son muchos en verdad, y beatíficos, los espectáculos que ofrecen las rutas del interior del cielo que la raza de los bienaventurados recorre llevando a cabo cada uno su propia misión, y los sigue el que persevera en el querer y en el poder, pues la Envidia está fuera del coro de los dioses. Ahora bien, siempre que van al banquete y al festín, marchan hacia las regiones escarpadas que conducen a la cima de la bóveda del cielo. Por allí, los carros de los dioses, bien equilibrados y dóciles a las riendas, marchan fácilmente, pero los otros con dificultad, pues el caballo que tiene mala constitución es pesado e inclina hacia la tierra y fatiga al auriga que no lo ha alimentado convenientemente. Allí se encuentra el alma con su dura y fatigosa prueba. Pues las que se llaman inmortales, cuando han alcanzado la cima, saliéndose fuera, se alzan sobre la espalda del cielo, y al alzarse se las lleva el movimiento circular en su órbita, y contemplan lo que está al otro lado del cielo.

       A este lugar supraceleste, no lo ha cantado poeta alguno de los de aquí abajo, ni lo cantará jamás como merece, pero es algo como esto -ya que se ha de tener el coraje de decir la verdad, y sobre todo cuando es de ella de la que se habla-: porque, incolora, informe, intangible esa esencia cuyo ser es realmente ser, vista sólo por el entendimiento, piloto del alma, y alrededor de la que crece el verdadero saber, ocupa, precisamente, tal lugar. Como la mente de lo divino se alimenta de un entender y saber incontaminado, lo mismo que toda alma que tenga empeño en recibir lo que le conviene, viendo, al cabo del tiempo, el ser, se llena de contento, y en la contemplación de la verdad, encuentra su alimento y bienestar, hasta que el movimiento, en su ronda, la vuelva a su sitio. En esta giro, tiene ante su vista a la misma justicia, tiene antes su vista a la sensatez, tiene ante su vista a la ciencia, y no aquella a la que le es propio la génesis, ni la que, de algún modo, es otra al ser en otro -en eso otro que nosotros llamamos entes-, sino esa ciencia que es de lo que verdaderamente es ser. Y habiendo visto, de la misma manera, todos los otros seres que de verdad son, y nutrida de ellos, se hunde de nuevo en el interior del cielo, y vuelve a su casa. Una vez que ha llegado, el auriga detiene los caballos ante el pesebre, le echa pienso y ambrosía, y los abreva con néctar.

       Tal es pues la vida de los dioses. De las otras almas, la que mejor ha seguido al dios y más se le parece, levanta la cabeza del auriga hacia el lugar exterior, siguiendo, en su giro, el movimiento celeste, pero, soliviantada por los caballos, apenas si alcanza a ver los seres. Hay alguna que, a ratos, se alza, a ratos se hunde y, forzada por los caballos, ve unas cosas sí y otras no. Las hay que, deseosas todas de las alturas, siguen adelante, pero no lo consiguen y acaban sumergiéndose en ese movimiento que las arrastra, pateándose y amontonándose, al intentar ser unas más que otras. Confusión, pues, y porfías y supremas fatigas donde, por torpeza de los aurigas, se quedan muchas renqueantes, y a otras muchas se les parten muchas alas. Todas, en fin, después de tantas penas, tiene que irse sin haber podido alcanzar la visión del ser; y, una vez que se han ido, les queda sólo la opinión por alimento. El porqué de todo este empeño por divisar dónde está la llanura de la Verdad, se debe a que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es el que viene del prado que allí hay, y el que la naturaleza del ala, que hace ligera al alma, de él se nutre. Así es, pues, el precepto de Adrastea. Cualquier alma, que, en el séquito de lo divino, haya vislumbrado algo de lo verdadero, estará indemne hasta el próximo giro y, siempre que haga lo mismo, estará libre de daño. Pero cuando, por no haber podido seguirlo, no lo ha visto, y por cualquier azaroso suceso se va gravitando llena de olvido y dejadez, debido a este lastre, pierde las alas y cae a tierra"
Fedro, 246 d 3- 248 d




BREVE RESUMEN DEL FEDÓN DE PLATÓN



     Aquí os pongo un brevísimo resumen del diálogo Fedón , de Platón que hice hace unos años. Como hemos tratado en clase de este diálogo y los planteamientos acerca del alma y sus caminos para volver a contemplar el mundo de las ideas, creo que os puede resultar de utilidad.

            FEDÓN. Platón.



El Fedón es uno de los diálogos de la época central de Platón, junto con El Banquete, Fedro, y La República. En él se cuenta la última noche de Sócrates en la cárcel; a la mañana siguiente, al amanecer debe beber la cicuta, y permiten que los amigos pasen con él hablando esa última noche. Sorprende la serenidad de Sócrates frente a la falta de ella de los amigos, que llegan a llorar al final, como Critón. Los temas que tratan son la muerte, la filosofía la inmortalidad del alma y el dominio de las pasiones como caminos de purificación.

Los personajes son Ecquécrates, Fedón, Apolodoro, Cebes, Simmias, Critón, Jantipa (mujer de Sócrates) y el Sirviente de los Once (el encargado de darle la cicuta a Sócrates).

El diálogo comienza cuando se encuentran Ecquécrates y Fedón; éste último estuvo en la celda de Sócrates la última noche y fue testigo de su muerte, y se lo relata a Ecquécrates. Fedón destaca la serenidad y alegría que siente al haber podido participar de este acontecimiento y de los pensamientos y las reflexiones que hizo el filósofo. Relata que todos los amigos iban a visitarlo en prisión mientras duró la condena y se ejecutó la sentencia. Ese último día también estaba la mujer de Sócrates, Jantipa, a la que Sócrates echa, pues se pone a llorar y Sócrates comienza diciendo que no es motivo de llanto la muerte, sino de alegría y serenidad, pues está convencido de pasar a una situación mejor que la de la vida terrena. Sócrates no es partidario del suicidio, puesto que hay que esperar lo que la divinidad nos mande,  pero envidia a todo aquel que muere, ya que el filósofo desea liberarse de la tortura del cuerpo.

Para Sócrates – y Platón – la muerte es la liberación del alma que está aprisionada en el cuerpo, que es el barro, lo temporal y la maldad. En la filosofía platónica el alma es inmortal, y su lugar natural es hallarse alrededor del mundo de las Ideas, contemplando estas verdades eternas e inmutables; el nacimiento supone una caída de esta felicidad y quedar atrapado en la suciedad y el barro, y el alma, olvidando todo  lo que contempló queda “atontada” en esta realidad, pero quiere liberarse. Esa liberación o purificación vendrá, desde la filosofía platónica, por tres vías – que más tarde se expondrán en este diálogo y los otros de madurez arriba citados – que son : AMOR, MUERTE Y FILOSOFÍA. El cuerpo y lo material tiene en Platón un sentido tan negativo porque introduce la temporalidad, y ésta significa destrucción, degeneración y estar sometidos a las pasiones, que nos distraen de nuestro objetivo, que es cultivar el alma para que pueda volver a “tener alas” y ascender de nuevo a la contemplación de las Ideas o Formas Suprasensibles.

Sócrates, en el diálogo que nos ocupa, afirma que el hombre que ha dedicado su vida a la filosofía no teme morir, ya que muere con la esperanza de que “a partir de esta vida disfrutará de goces sin fin”; la vida del filósofo es entendida así como una preparación para la muerte.

La MUERTE es la separación del cuerpo y el alma, y el filósofo no se preocupa en exceso del cuerpo y por gozar las “voluptuosidades del cuerpo”, pues ello significa estar cerca de la muerte. El cuerpo es entendido también como un obstáculo para la adquisición de la ciencia, porque los sentidos nos llevan al error. El alma alcanza las verdades universales, el verdadero conocimiento y la justicia a pesar de los sentidos, superando los sentidos, que embrollan al alma y suponen un obstáculo para alcanzar su objetivo. El cuerpo demuestra también Sócrates que es malo, pues intentar contentarlo, darle cosas materiales y placeres es el origen de guerras y combates. Por todo ello, demuestra Sócrates que LA MUERTE ES UNA PURIFICACIÓN DEL ALMA, Y COMO TAL LA DESEA. Es así que esta purificación es la tarea de la vida del filósofo, y sería una contradicción intentar regirla en le momento que llega, pues demostraría que sólo se interesa por el cuerpo y no por el alma. “La verdadera virtud es la purificación de toda clase de pasiones”.
Interviene entonces Cebes, apostillando que el miedo a la muerte viene de pensar que el alma se disgrega y desaparece al morir. Responde Sócrates con una demostración acerca DE LA NATURALEZA DEL ALMA: El alma permanece en algún lugar tras la muerte del cuerpo, y preparándose para otras reencarnaciones; el alma contempla las Ideas mientras está ahí, y por ello, cuando llega al mundo de los sentidos es capaz, con las técnicas y el control adecuado, de RECORDAR lo que ya vio en el mundo de las Ideas; por ello EL CONOCIMIENTO ES SOLO REMINISCENCIA, recuerdo de lo que el alma ya había visto, y no conocimiento nuevo, construido y adquirido en la vida sensible. Sócrates demuestra la inmortalidad del alma de esta manera: si sabemos interrogar a alguien, llegaremos a descubrir las verdades escondidas dentro de su alma. Sócrates lo ilustra con la idea de igualdad, que no aprendemos por la experiencia, y por ello, no queda más que admitir que es algo que ya está en nuestra alma previamente. Lo que sucede es que al nacer y contaminarnos de materia, olvidamos tales conocimientos.

Las cosas sensibles desaparecen; las Ideas o esencias permanecen. El hombre es cuerpo y alma en una misma realidad ( a esta afirmación se la conoce como DUALISMO ANTROPOLÓGICO). Cuando ambos están unidos el alma manda sobre el cuerpo; luego el cuerpo se disuelve y el alma continúa existiendo.

La SABIDURÍA es una preparación para la muerte, para ver las cosas divinas, y solo alcanzará ese visión cuando se haya liberado del cuerpo; el que se deje guiar por él, se reencarnará en algo peor (“cuerpos de asnos o algo semejante”). Los filósofos renuncian a los placeres de del cuerpo y a los honores. El alma del filósofo sale de la oscuridad de los sentidos para acercarse al mundo inteligible.

Sócrates habla de los cisnes, animales de Apolo y adivinatorios; según él, cantan cuando contemplan las excelencias del mundo divino.

Simmias le dice a Sócrates que no considera suficientes las pruebas que ha dado sobre la inmortalidad del alma: si el cuerpo es armónico, a esa armonía se puede llamar alma, y no está en ningún lado; por ello, al romperse el cuerpo, aquella desaparece.Cebes continúa: si el alma transmigra de un cuerpo a otro, ¿no se estropea de tanto pasar? Sócrates responde: ¿está todos de acuerdo en que el conocimiento es reminiscencia? Si es así, la idea de armonía es previa a la armonía sensible, producida por el cuerpo (su argumento anti inmortalidad). Pero esa armonía la produce el alma al someter al cuerpo.


Sócrates contesta a Cebes. Cebes se había referido al alma en la METEMPSÍCOSIS o transformación, temiendo que ésta se estropease. A ello le contesta Sócrates que al conocimiento de las verdades no se llega por el conocimiento sensible, pero que el camino a seguir es largo y podemos quedar cegados por las verdades que alcanzaremos. Sócrates comenzará la demostración de que “existe algo bueno, bello y grande por sí mismo”.  Si existe la belleza es porque participa de la Belleza, no porque la compongan los ojos y los nervios; existe la idea, y lo demás participa de ella. Y esas Ideas no nacen ni perecen; de ellas nace lo sensible. Lo que hace vivir al cuerpo es el alma, que es el alma, que es inmortal, pues no admite lo contrario a ella, que es la muerte. Por ello hay una tarea ética: cuidar del alma apartándola de las pasiones, alimentándola de templanza y pureza. Este es el camino de la purificación, y por ello acepta con serenidad cuando llega el Sirviente de los Once a darle la cicuta. Sócrates acepta las indicaciones que el carcelero le da para tomar adecuadamente el veneno, se despide de sus amigos, toma el veneno y muere tranquilamente, no sin antes recordar a Critón que lleve a Asclepio el gallo que le tenía prometido. 

domingo, 13 de octubre de 2013

RETO DE LA FILOSOFÍA A LA CIENCIA


   Cuando hablamos de filósofos presocráticos, comenzamos repasando a aquellos que buscaban la razón del cambio en el mundo físico en un principio racional, a veces identificado con un elemento material como el agua - Thales de Mileto  - o el aire - Anaxímenes de Mileto. Pero no todos los filósofos presocráticos daban explicaciones similares, siendo Parménides de Elea (alrededor de 530 a C. - 470 a C.) uno de los filósofos más originales de esta época, ya que para él la multiplicidad y el cambio que percibimos en la naturaleza no es sino un conocimiento confuso y engañoso, es la vía de la opinión o doxa, que siempre nos llevará a conocimientos falsos. Por el contrario, la verdad tiene su vía en la razón, el camino que nos conducirá a aquello que es inmutable, que siempre permanece igual. De ahí su postura de negación del movimiento y el cambio y la imposibilidad de la división del espacio y el tiempo.

   La filosofía de Parménides requiere un grado de abstracción para ser entendida mayor que la de los primeros filósofos - los jonios, los físicos -, y por ello, uno de los discípulos de Parménides, Zenón de Elea, ideó una serie de pruebas para demostrar que las tesis de Parménides eran ciertas y no cabe defensa racional de la multiplicidad del ser o la infinita divisibilidad del espacio. Estas pruebas acuden a la fórmula lógica de la Reducción al Absurdo; esto es, parte de lo contrario que quiere demostrar para llegar a una contradicción por esta vía, no teniendo otra alternativa que negar su punto de partida, esto es, afirmar la tesis que quería demostar. De entre las pruebas lógicas ideadas por Zenón, la más famosa es la PARADOJA DE AQUILES Y LA TORTUGA, que, de forma muy resumida plantea lo siguiente:
1.- Supongamos que el espacio es infinitamente divisible.
2.- Tomemos a Aquiles "el de los pies ligeros" - el hombre más rápido de su tiempo - y a una sencilla tortuga, y hagamos una carrera entre ambos.
3.- Para limar las diferencias naturales entre ambos seres, demos a la tortuga una generosa ventaja de salida en la carrera.
4.- Cuando Aquiles salga del punto de partida, la tortuga le llevará un gran espacio de ventaja; conforme Aquiles se vaya acercando a ese punto, la tortuga habrá adelantado otro espacio, por pequeño que sea, y así sucesivamente,de forma que ....!Aquiles es incapaz de alcanzar a la tortuga!.

    Este es el planteamiento, y como seguro que te habrá parecido que en algún momento hay algo que no "cuadra" en la historia, te propongo que desmontes desde la ciencia - ello implica desde la Física y desde las Matemáticas (ambas) - la paradoja de Zenón y la tortuga. Para ello puedes usar los comentarios que admite la entrada. La única condición es que la explicación sea redactada, no sólo con fórmulas que puedas copiar de algunos sitios.

    ¡Buena suerte!

   

sábado, 13 de julio de 2013

Antropología, cine y literatura : Huracán

   Leer o ver películas es una actividad que deja en nosotros un poso a largo plazo. Hay veces que nos subyuga tanto la historia que la tenemos siempre muy presente, y otras, en las que parece que no ha dejado nada. Sabéis que los profesores intentamos siempre que leáis libros, y aunque parezca algo tedioso, siempre se puede aprender de ello. Aquí os dejo el enlace de un artículo que he hecho para otro blog, el de Tinieblas en el Corazón - donde pudisteis buscar información sobre Laura Bohannan, la pequeña Benjamina o Shakespeare en la selva - en el que hago un repaso sobre un libro que tenía de mi padre y dos películas, una buena y otra más regular, mezclado con cuestiones de antropología. Hace muchos años que conocía la historia, pero ha sido ahora cuando ha cristalizado. ¡Ánimo, y a leer, que siempre queda algo! ¡Feliz verano a todos!

http://anthropotopia.blogspot.com/2013/07/antropologia-en-el-cine-y-la.html