R. DESCARTES
Turena , 1.509 –
Suecia , 1.650
Su ideal era
encontrar muy pocas, o al menos una verdad cierta e indudable con el único uso
de su razón (origen del programa racionalista).
Para ayudar a la
razón en su cometido, para evitarle confusiones y que las pasiones, los deseos,
los prejuicios y los defectos de la educación la desviasen de su cometido,
Descartes diseña un MÉTODO, un “conjunto de reglas ciertas y fáciles, tales que
todo aquel que las observe exactamente y no tome nunca algo falso por verdadero…,
llegue a una verdadera comprensión de todas aquellas cosas que no sobrepasen su capacidad”(Reglas
para la dirección del espíritu).
El método trabaja con las dos facultades de la razón, que son:
-
INTUICIÓN
:”concepción libre de dudas , de una mente atenta y no nublada, que brota de la
luz de la sola razón”( Reglas…)
-
DEDUCCIÓN:
“toda inferencia necesaria a partir de otros hechos que son conocidos con certeza"”(Reglas...)
Las
REGLAS de las que consta el método son:
1.-
Partir solo de aquello que sea evidente.
Definimos como evidente aquello de lo que
no podemos dudar.
2.-
Analizar aquella evidencia que hubiéremos encontrado en tantas partes como nos
fuere posible.
3.-
Sintetizar o recomponer aquellas partes que surgieron del análisis en nuevas
proposiciones o conocimientos.
4.-
Frecuentes revisiones en todo el proceso para no olvidar ni omitir nada.
Para
encontrar evidencias necesitamos utilizar la DUDA METÓDICA, ya que, si la primera regla es encontrar
evidencias, y lo evidente se define como lo indudable, si encontramos algo que
resista la duda, habremos encontrado algo evidente..
Las
características de la duda son:
1.-Universal:
se aplica a todos los ámbitos.
2.-
Metódica: es el paso previo a toda certeza.
3.-
Provisional: su objetivo es la búsqueda de certezas, no establecerse ella misma
como tal certeza.
4.-
Teorética, ya que no debe extenderse a la conducta.
Grados
de aplicación de la duda:
1.-
Se aplica a los sentidos, ya que son confusos y engañosos.
2.- Se aplica a la realidad, pues hay sueños tan reales que confundimos con la realidad, y estados de enfermedad que nos hacen dudar acerca de si lo que estaos experimentando es real o no.
3.-
Se puede incluso aplicar a las proposiciones de las matemáticas por medio de la
hipótesis del geniecillo maligno: podríamos suponer que existe un geniecillo
creado únicamente para confundirme sobre la verdad de las proposiciones de la
matemática, y así habría tomado como verdadero algo que es falso (ha convertido
la duda en Hiperbólica).
Aplicando
la duda, Descartes llega a la primera verdad: si dudo, no puedo dudar de que
estoy dudando; si dudo, pienso, y si pienso, existo. Cogito, ergo sum, esta es
la primera verdad que Descartes alcanza con su método.
Análisis de
esta primera verdad:
1.- “Pienso, luego
existo” es una intuición, no una inferencia lógica.
Pero cuando Descartes dice “yo soy una cosa
que piensa, soy una substancia pensante”, ha pasado al plano existencial , y
además rescatando el viejo concepto aristotélico de substancia sin haberlo
revisado previamente con su método.
2.- Si “pienso, luego
existo” es verdadera, descubriendo la razón por la que lo es, me dará el
criterio para considerar como verdaderas a otras proposiciones.
Descartes concluye
que el criterio de verdad es la CLARIDAD
( la condición de un objeto de distinguirse de otro) y la DISTINCIÓN (
la condición de algo de ser conocido de forma precisa y diferente de todo lo
demás, siendo su contrario la confusión ) de una proposición.
-
Las ideas y
sus clases:
El pensamiento está
formado por ideas, y éstas pueden ser de tres tipos:
1.- Innatas: están
desde siempre en nosotros de forma potencial.A este tipo pertenecen las ideas claras
y distintas.
2.- Adventicias:
imágenes creadas a partir de los datos
de los sentidos.
3.- Facticias:
construcciones de la imaginación.
Mundo y Dios.
Por el cogito conozco
que soy una cosa que piensa, pero también tengo una idea clara y distinta de mi
cuerpo, además de tener percepciones del mismo.
Dios no puede
engañarme sobre la existencia de mi cuerpo ni de la de los objetos sobre los
que tengo ideas.
Si pruebo la
existencia de Dios, probaré la existencia del resto de las cosas y de mi propio
cuerpo.
La idea de Dios es
una idea innata.
Pruebas de la
existencia de Dios:
1.- La idea de Dios
es tan inmensa en mí que no puede venir solo de mí, sino que tiene que haber
sido puesta en mí por Dios.
2.- Puede que olas
perfecciones de Dios se las atribuya yo, que ya estén en mí de forma potencial,
mientras en Él estarían realmente.
Pero si esto fuera así, yo sería causa de mí
mismo.
3.- Argumento
ontológico de San Anselmo:
-
Dios es la
suma de todas las perfecciones.
-
Existir es una
perfección.
Por
lo tanto, Dios existe.
Así, al haber
demostrado la existencia de Dios o substancia infinita, podemos afirmar que
existe la substancia extensa o materia que forma los cuerpos externos,
empezando por el mío propio y acabando con los objetos de los que tengo percepciones.
Y además tengo la seguridad de ello, puesto que Dios no me engaña.
Dualismo cartesiano:
Al afirmar la
existencia de 3 substancias ( pensante, infinita y extensa), Descartes
encuentra que en el hombre se dan dos: la pensante y la extensa, pero ambas
deben estar conectadas, puesto que tengo evidencias de que yo puedo
dirigir y mover mi cuerpo y dirigir
alguna de sus actividades .Se plantea un problema crucial: ¿qué relación existe
entre ambas?
Descartes no da una
solución airosa. Para él la materia se
puede reducir a extensión, que es geométrica y mecánica en lo que al cuerpo se
refiere, y por ello cree que nuestro cuerpo está animado por unos “espíritus
animales”, que provienen desde el cerebro a través de la glándula pineal.
Para Descartes este
problema no se da en los animales, puesto que estos no tienen razón.
El ocasionalismo,
Spinoza y Leibniz pretenderán solucionar el problema de otra forma.
Moral.
Que soy libre se deduce del propio cogito: si puedo
dudar, puedo escoger, lo que significa que gozo de libertad. Esta conciencia es
innata.
Las pasiones las
entiende como afecciones del cuerpo en el alma, y también viceversa, pero hay
que controlarlas para ser felices.
Descartes planta tres
reglas en el Discurso… para alcanzar la felicidad:
1.- Esforzarse por
saber lo que se debe o no se debe hacer en cada caso.
2.- Resolución firme
y constante de dejarse llevar por la razón, dominando las pasiones.
3.- Acostumbrase a no
desear, lo que no se tiene.
Esta ética tiene influencias estoicas y
socráticas.
,,Gracias..
ResponderEliminarDe nada. Pero es un resumen muy sencillo y escueto; nada puede sustituir a una lectura de textos originales.
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